Mike Figi, fundador de Aguilas Béisbol, dialogó con Diamante Albiceleste sobre su historia de vida y su trabajo solidario.
¿En qué año viniste a la Argentina y por qué?
En el año 2001 vine a la Argentina, sin contactos, sin dirección fue un llamado de Dios. En los Estados Unidos tenía una tienda deportes, pero un día sentí en mi corazón hacer otra cosa distinta en mi vida y pedí a Dios. El me contesto que venda el negocio y me venga para Argentina. Y comencé trabajando en la villa Carlos Gardel.
¿Por qué llegaste a ese lugar?
Porque vine con un grupo de 8 personas y uno de ellos era un pastor que andaba por esta zona. Comenzamos en un comedor para la gente en el año 2002 cuando estaban los saqueos de los supermercados y la economía estaba complicada. Me relacioné, entre al barrio, y vi la necesidad de chicos que no tenían actividades sanas en su vida.
¿Cuál fue la primera imagen que tuviste?
Nunca había entrado a un barrio así. Yo trabajaba en un comedor de Estados Unidos, pero no tuve esta experiencia de estar con personas que viven en condiciones difíciles. Fue una experiencia de aprendizaje, pero encontré una cosa la cual era que la gente me abría las puertas, aunque era un desconocido para cenar y tomar mates, me sentí muy cómodo.
¿Cuándo se te ocurrió dar el primer paso con el bate y los guantes?
En el año 2006/2007 yo estaba dirigiendo campeonatos los fines de semana de fútbol para los chicos. Pero en un momento hablaron de béisbol y quise, desde mi experiencia, trasmitirles a los chicos valor para su vida. Lo que hice fue comenzar a practicar béisbol. Compré unos guantes con algunas pelotas y empecé a enseñarles.
¿Te fue fácil eso? Porque imagino que para muchos de los chicos habrá sido un deporte desconocido.
Yo jugaba en mi niñez. Cuando comencé a tirar con los chicos, ellos aprendieron muy rápido y hasta tiraban la pelota mejor que yo jajaja. Es una muy linda experiencia mostrarles a los chicos algo nuevo para su vida.
¿Cómo conseguiste todos los elementos, debido a que no hay tanta facilidad para acceder a ellos?
Cada año yo vuelvo a Estados Unidos para visitar a mi familia y aprovechaba para comprar pelotas, guantes, bates, etc. En el año 2009 tenia 15 chicos entrenando, comencé a contactarme con los entrenadores de la Liga Metropolitana y comenzamos a jugar. Por suerte pude comprar las casacas, botines, pantalón, todo para que todos los chicos de la villa Carlos Gardel se sientan iguales a los otros equipos.
¿Dónde llevas adelante los entrenamientos de Las Águilas?
Al principio entrenábamos atrás del hospital Posadas en un lugar pequeño, de pasto, pero después el hospital realizó mejoras y construyeron un estacionamiento en ese lugar. Por Facebook pedí un espacio y logré conseguir un sector sin costo con luces muy lindo para entrenar. Mucho mejor de lo que tienen algunos equipos de la Liga Metropolitana.
Les digo a los chicos que cuiden y respeten el lugar porque es hermoso y tenemos mas espacio que otros chicos de otros clubes de la liga. Ese es el asunto, yo no solamente enseño a los chicos a jugar, sino valores, respetar a sus compañeros, dedicación, disciplina, compromiso, trabajar en equipo, motivando a los chicos y ellos a través de las prácticas y partidos van aprendiendo.
Leímos que lograste hacer un contrato con los padres que sostenía que suspendían a los jugadores por notas bajas ¿Esto es verdad no?
Si, tenemos un dicho que dice “Si no vas al colegio tampoco hay béisbol”. Entonces los chicos tienen que mantener buenas notas, buena asistencia y les decimos que lo mas importante es ir al colegio, pasar de grado hasta recibir su diploma. Porque sin diploma no van a tener opciones para una carrera buena, pero con él vos podes cumplir tus sueños.
¿Seguís en contacto con aquellos que terminan su etapa en Las Águilas?
El año pasado abrí un gimnasio en el galpón de atrás de mi casa así que a los que veo en el barrio los invito a ir al gimnasio y entonces muchos de los chicos que ahora no practican más béisbol están mejorando su físico en el gimnasio de mi casa que se llama “Mente sana cuerpo sano”.
¿Qué sensación tenés vos cuando ves chicos que se van, pero siguen estudiando y comienzan a ir a la universidad e intentar tener algún futuro?
Lo más importante en mi rol como entrenador de estos chicos es ser una influencia positiva, como un mentor. Ayudando, motivando, y dándoles una dirección en su vida ya sea para terminar el secundario o seguir una carrera universitaria. Por suerte con mi palabra y mi apoyo la mayoría están afuera de la delincuencia, aunque tuve algunos que no siguieron los pasos. Por eso también hice este gimnasio para ayudar a aquellos que no van a Las Águilas están en el medio del rumbo de la delincuencia tratando de estar bien y mejorar su autoestima.
¿Cómo es el apoyo de los padres con respecto a Las Águilas?
Hay muchos chicos que no tienen los dos padres en casa y la mama no puede hacer los dos roles. Ella esta luchando para poner la comida sobre la mesa, para vestirlos y demás por eso no puede hacer los dos roles al mismo tiempo. Imagínate teniendo 4 o 5 chicos. En algunos que no tienen papá en casa tienen la disciplina muy baja y se encuentras fuera de las normas o límites. Por eso cuando uno de ellos se suma a Las Águilas es necesario no solamente enseñarle a jugar béisbol, sino mostrarle los valores, los límites y la disciplina.
¿Qué estás haciendo en la actualidad con las escuelas de iniciación deportivos y cuál es el futuro de Las Águilas?
Bueno, estoy enseñando a chicos nuevos de las edades de 7, 8, 9, 10 y 11 años, aunque tengo chicos grandes también que siguen compitiendo en la liga. Estoy comenzando una nueva generación de Águilas y mi propósito es seguir lo que hacia antes del gimnasio. Con las dos cosas, el gimnasio y Las Águilas, puedan llegar al seleccionado o ser profesionales entrenando duro y ayudándolos a lograr sus sueños.